Todos los días estamos tomando decisiones. Algunas decisiones son más fáciles que otras y hasta son automáticas, no tenemos que pensarlas mucho. ¿Cuántas veces tenemos que escribir los pros o los contras de una situación antes de tomar una decisión y ponerlas en una balanza. ¿Cuántas personas llamamos para conocer su pensar para ayudarnos a tomar la mejor decisión para nosotros? Después de pensarlo un poco, tomamos la decisión para luego darnos cuenta de que no fue la mejor. Nos ponemos ansiosos, nos preocupamos , nos arrepentimos de la decisión tomada y gritamos a Dios para que nos ayude. Hemos hecho las cosas al revés. Como hijas de Dios, necesitamos buscar de Él primero, buscar de Su consejo divino. Los buscamos a través de la oración, leyendo Su palabra, escuchando Su voz y aprendiendo que es lo que Él quiere para nosotras. Fuimos creados por Él con un propósito. Cada decisión que tomamos será para caminar en el propósito de Dios para nuestras vidas o será para alejarnos de lo que Dios quiere para nuestras vidas. La palabra de Dios dice, “ Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor —, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.” Jeremías 29:11(NVI) Te diré que yo no he estado exenta de lo mismo y he fallado muchísimo. Yo antes hacía las cosa al revés pero una vez entendí lo importante que es ir antes Nuestro Dios, poner mi situación delante de Él y esperar escuchar Su voz, soy otra. Mi toma de decisiones ha mejorado. Soy feliz porque confío en Dios. Mi vida es llevadera porque Cristo es mi guía, mi vida. Pongo todo ahora delante de El, “Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero.” Salmo 119:105 (NVI) Las decisiones toman coraje, paciencia y discernimiento. Estas son tres palabras grandes en lo que representan. El coraje te saca de tu zona de comodidad, necesitas ser atrevida, valiente. Recuerda caminar en la presencia de Dios, no en tu propia fuerza. No lo puedes hacer sola. Necesitamos tener paciencia porque tenemos que mantenernos quietas, escuchar la palabra de Dios, como dice en el Salmo 46:10, “Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios. ¡Yo seré exaltado entre las naciones! ¡Yo seré enaltecido en la tierra!” Necesitamos también tener discernimiento, sabiendo cuando es el momento perfecto para actuar y no reaccionar. Toda decisión buena que tomamos será para darle Gloria a Dios. Recuerda amiga a orar, ir delante de Dios, pregúntale que es lo que Él quiere que tú hagas, quédate quieta, escucha Su voz, ser paciente en la espera y dar el paso en el tiempo perfecto de Dios. Verás transformación y cosas grandes en tu vida. Suscríbete a mi devocional semanal a http://www.mariaesther.net/contact.html En el amor de Cristo, Maria Esther
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March 2020
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